A veces, cualquier comercial, de cualquier sector se queja de lo duro que es trabajar de cara al público. Otras veces sin embargo….el contacto con el cliente te reconcilia y recuerda lo bonito que es acompañar en la compra de un producto sobre todo con un producto como el nuestro, que no deja de ser parte de un proyecto de vida, tanto del comprador, como por nuestra parte por el empeño que ponemos en que todo vaya a la perfección durante todo el proceso.
Esto recibí el otro día vía e-mail, de una pareja compradora de un garaje en primera línea de playa en el siempre complicado lugar para aparcar que es Orio.
“Hola Amaia,
Queremos darte las gracias por todas las facilidades y es asesoramiento que nos diste para comprar el garaje en la playa de Orio. Sabemos que tuviste mucha paciencia al acompañarnos toda la tarde para verlos y probar con nosotros las diferentes opciones de medidas para nuestro coche y la piragua que queremos colgar al fondo.
Aparcar en Orio nos costaba mucho tiempo y dinero todos los veranos. Dando vueltas y vueltas en vez de estar disfrutando de la playa, para al final terminar aparcando lejos y tener que andar bajo el sol para llegar achicharrados hasta la calle Antilla.
Nos convenciste de que nuestros días dedicados a disfrutar de nuestras aficiones, playa y piragua, serían con la compra del garaje en primera línea de playa más cómodos y menos estresantes, además de hacernos ver que a la vez de una compra para el disfrute diario estábamos haciendo una buena inversión.
Ahora aparcamos al lado de la playa, al lado del mar, de la arena, del fantástico parque donde nuestras niñas disfrutan del final de un buen día de playa mientras Enrique y yo tomamos una cerveza antes de volver a casa.
Muchas gracias por todo, tenemos un café pendiente en Orio,
Agur.”
Estas cosas son las que le hacen a uno levantarse todos los días con energía y entusiasmo para ir a trabajar.
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